Hablar de polo es hablar de caballos, de bastos campos verdes; hablar de polo es hablar de familias, de tradición y de historia. Pero es innegable que, al hablar de este deporte es también pensar en los pantalones blancos, una prenda que ha hecho famoso a esta disciplina y por el cual es reconocida a nivel mundial, así muchos no sepan como se juega, qué reglas tiene o de donde proviene.
El polo es un deporte proveniente de Asia Central y Medio Oriente, que por cosas del destino y entramados de la historia se convertiría en un deporte que terminaría seduciendo ciertas regiones de occidente, siendo esta zona del hemisferio el lugar donde se arraigaría fuertemente cientos de años después. Jugado por los nobles de la India y traspasado mediante oficiales y generales del ejército británico cuando este país asiatico era una colonia de Inglaterra, pasaría de divertir las tardes de la gente adinerada de la India a ser parte de los pasatiempos de la corona británica a mediados del siglo XIX, quienes por medio de apuntes recibieron las instrucciones de cómo se jugaba y, a su vez, la tradición de todo un pueblo que aclamaba el polo, puesto que, lo que comenzó como un entrenamiento para las unidades de caballería en la antigua Persia, pasaría a ser el juego favorito de la nobleza y la clase alta, el cual hoy en día, miles de años más tarde, sigue siendo considerado un deporte de reyes.
El polo no solo es un deporte, es una disciplina que cuenta una historia, que habla de las tradiciones de un pueblo y sus costumbres; es tan así, que aunque fue ideado para entrenar a guerreros de caballería, luego se convertiría en el deporte nacional de Persia, de quienes es fácilmente suponer que eran grandes jugadores, puesto que, este antiguo imperio siempre ha sido reconocido por sus caballos y la destreza de sus jinetes.
Si bien durante mucho años el polo fue deporte popularizado únicamente entre los hombres, existe evidencia de que en la antigüedad era practicado por hombres y mujeres, incluso en la antigua Persia la reina y sus damas se enfrentaban contra diferentes reyes y sus cortesanos, aproximadamente en el siglo VI d.C. Por fortuna, hoy nuevamente las mujeres cada vez se involucran más en este deporte con resultados increíbles.
Como podemos ver, el polo es un deporte con una historia extensa que se remonta a miles de años, ha acompañado la tradición y ha influido en la cultura de las naciones. Ahora, no fue sino hasta mediados de 1850 que la caballería británica elaboró las primeras reglas de juego y, años más tarde, este logró establecerse definitivamente en Inglaterra. Hoy en día sería este país una de las potencias mundiales en polo. El primer club de polo se fundó poco tiempo después, para el año de 1872 ya se encontraba abierto el Club Monmouthshire y otros más en Hurlingham le precedieron rápidamente.
Hasta el momento, hemos hablado de la historia del polo, su origen y evolución hasta nuestros días. Ahora, una vez hemos entendido su procedencia podemos adentrarnos en las razones por las cuales a través del tiempo se terminaron usando pantalones blancos. Como sabemos, el polo es un deporte que se juega en amplios campos abiertos, por lo que es normal que la mejor época del año para jugar sea el verano. Al ser un juego que se vive al aire libre, es normal estar expuestos a altas temperaturas durante la estación más calurosa del año, por lo que a través del tiempo y dependiendo de las facilidades de cada generación los jugadores han diseñado estrategias para hacerle frente al calor. Es así como usar ropa liviana y de colores claros para los partidos se convirtió en la mejor manera de luchar contra el clima y el sol ardiente.
Antes de que existieran los polo whites tal como los conocemos hoy en día, los pantalones de polo o de montar a caballo han evolucionado con el transcurso de los años, muestra de esto son los “Jodhpur”, una palabra proveniente de la India que traducida significa pantalones de montar. El por qué se llaman de esta manera deriva de la ciudad India que posee el mismo nombre, lugar en el cual se inventaron a finales de 1800 unos pantalones holgados en la cintura y ceñidos después de las rodillas -que seguramente has visto en películas de época- innovación que los jugadores de polo preferían dada la mayor libertad de movimiento que se les otorgaba mientras montaban a caballo y frescura en la entrepierna. Estos pantalones terminaron por convertirse en una tendencia de la moda en todo el Reino Unido.
DE JODHPUR A POLO WHITES
En el mundo del polo todo producto tiene una historia que contar, anteriormente mencionamos como la moda terminó involucrándose en una disciplina deportiva, donde más que moda, existía una necesidad latente de hacerle frente al inclemente clima del verano. Así nacieron los jodhpur, una prenda holgada, liviana y versátil que cabía a la perfección dentro de las botas de polo, pero que a la altura de la entrepierna daba la libertad de maniobrar sobre el caballo. Hoy, cien años más tarde el polo se juega con los característicos pantalones blancos, color que se hizo famoso a mediados del siglo XX por ser un color claro que daba sensación de frescura mientras se estaba en el campo de juego.
Con las innovaciones actuales, los polo whites no dejan de seguir cambiando, es por esto que Krono Polo ha diseñado unos pantalones específicamente para este deporte, que cuentan con un tejido especial en la parte interior del pantalón que ayuda a eliminar la constante fricción que se genera mientras se monta a caballo. Adicional, están confeccionados en sarga de algodón, una fibra natural de alta calidad que aumenta la durabilidad y suavidad de los polo whites.
Krono Polo es una marca inglesa que ha sabido interpretar las necesidades de los jugadores actuales de polo, por esto se ha enfocado en ofrecer soluciones reales y efectivas para todo lo que acontece en el campo de juego. Los pantalones de polo Krono han sido usados por los mejores polistas a nivel mundial, acompañándolos en grandes eventos internacionales y otorgando excelentes resultados a quienes los usan. El diseño sobrio, con la K distintiva que posee Krono bordada en el lateral del pantalón aporta elegancia y sofisticación.
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